Ejaculació precoç

Ejaculació precoç
Ejaculació precoç

Sexologo Granollers Mollet Ejaculació Precoç - El periode refractari

Sexologo Granollers Mollet  L'ejaculació precoç

El període refractari masculí .

Alguns factors addicionals es troben embolicats en la determinació fisiològica de quan ocorrerà la ejaculació . Després d'haver ejaculat , hi ha un interval variable en què l'home no pot ejacular novament , independent de com intens sigui l'estímul . Aquest interval denominat per Masters i Johnson " període refractari fisiològic absolut" obsessiona la majoria dels pacients , que consulten .... De quant temps és el famós període refractari ? . Pot ser un lapse de temps molt curt en l'individu jove , entre una i tres hores , de vegades no més de trenta minuts . Aquest període es va prolongant amb l'edat , de manera que els homes propers als setanta anys , poden necessitar de diversos dies abans que es torni possible una segona ejaculació .
Aquest període refractari absolut , és acompanyat per un " període refractari relatiu" , en què l'ejaculació pot ocórrer , però exigeix ​​una estimulació més intensa i perllongada . Per aquesta raó , tant homes mes entrats en anys , com més joves , sovint informen de reiniciar un coit després d'una ejaculació ja ocorreguda , contribueix a perllongar el segon acte sexual .


Xavier Conesa Lapena – Carme Serrat Bretcha
C/ Gaietà Vinzia, 11-13
MOLLET DEL VALLES

C/ Santa Anna, 26
BARCELONA


 C/ Diagonal (cantonada) Passeig de Gràcia

BARCELONA

Tel 93 570 71 54 –  65 381 188 7(petición de visita)
conesa@gmail.com

Xavier Conesa Lapena
(Montcada i Reixac, 1956) és un psicòleg i sexòleg català. El 1990 fundà el Centre de Psicologia Aplicada a Mollet del Vallès entitat dedicada als tractaments psicològics en adults,adolescents i nens. Compatibilitzà aquestes tasques amb les teràpies de parella i disfuncions sexuals masculines i femenínes, establint col.laboracions amb institucions dedicades a la salut mental,especialment de la comarca del Vallès. Posteriorment, posa en funcionament l’Institut Superior d’Estudis Sexològics (I.S.E.S.) a Barcelona, dedicat a la docència de la sexologia: postgraus, masters i cursos específics reconeguts d’Interès Sanitari pel Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya. L’Institut manté conveni de col.laboració amb la Universitat de BarcelonaUniversitat de Girona,Universitat Ramon Llull i Universitat Oberta de Catalunya i
Centre d’Estudis Universitaris de California, Illinois
Tutor de pràctiques externes de la Facultat de Psicologia (UB) de la Universitat de Barcelona des de l’any 1.999
L’any 1997 es va especialitzar en els tractaments específics per a la depressió a través de la luminoteràpia, essent un dels capdavanters en la investigació i implantació d’aquesta teràpia a nivell estatal. Informacions al respecte publicada al periòdic El Mundo, articles periodístics a Consumer i al periòdic Público.
Ha estat també coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya.
Al llarg de tots aquests anys, ha establert col.laboracions en mitjans escrits, ràdio i televisió
.Enllaços externs
Carme Serrat Bretcha
Licenciada en Psicologia Colegiada nº 3.086 Adultos e Infantil (Universidad de Barcelona)
Diplomatura de Postgrado en Logopedia (Universidad Autonoma de Barcelona)
Certificación para el tratamiento de la Fundación Catalana del Sindrome de Down.
Diagnostico y Terapia Infantil (Instituto Medico del Desarrollo Infantil)
Tutora de practicas Universidad de Barcelona y Universidad Ramon Llull
Terapeuta Sexual i Familiar
Coordinadora de l’Institut Suparior d’Estudis Sexològics I.S.E.S.
Professora d’Integració Social i Atenció Soció Sanitària
Professora de Comunicació alternativa, Atenció a persones amb dependencia,
Assessora Psicològica d’escoles bressol.
Assessorament a pares
Tutora de Pràctiques Universitat Oberta de Catalunya
Conferenciant de temes relacionats amb la psicologia infantil.
TRACTAMENTS
TRACTAMENTS DE LA PERSONALITAT


El porno como educación sexual



Almudena no olvidará el impacto que sufrió el día que descubrió que su hija de 15 años tenía el pubis totalmente depilado. “Me quedé boquiabierta”, dice esta madre que no quiere dar su apellido. “Me pregunté '¿De dónde ha podido sacar esta idea?'. Dice que lo hace por estética, pero yo creo que lo ha sacado de la pornografía, el único sitio donde se ve como lo más normal del mundo”. A Elena, su hija, no hacerlo le daría vergüenza. “Ellos ven raro que no estemos completamente depiladas”, cuenta ya a solas.
La educación sexual de los menores no vive un buen momento en España. Al contrario que en muchos de nuestros países vecinos, aquí no figura en el currículum escolar. Los expertos la califican de “desastrosa”. “Se deja al criterio de los centros educativos, en muchas comunidades se necesita el consentimiento paterno para que los menores la reciban y la puede impartir cualquiera”, se duele Raquel Hurtado, de la Federación de Planificación Familiar Estatal. A pesar de que cada vez más padres hablan de sexo con sus hijos, la desconexión sigue siendo notable. Los menores tienen acceso a su principal fuente de información sobre el asunto con un simple clic: más de la mitad (el 53,5%) de los adolescentes españoles de entre 14 y 17 años ha visto porno en Internet (el dato, de Protégeles, incluye a chicos y chicas). Entre los 11 y los 12, el 4% reciben contenidos sexuales en sus móviles. Y, mal digerido, el porno provoca nuevos comportamientos que los adultos no entienden. “Nuestros cerebros aprenden”, empieza Juan Madrid, el médico del Centro Joven del Ayuntamiento de Madrid. “Si tú te acostumbras a excitarte viendo determinados vídeos luego condiciona tus preferencias”.
Lo cierto es que los adolescentes mantienen su primera relación sexual a la misma edad media de los últimos años: los 17. Pero los que antes se animan a dar el paso, cada vez son más numerosos. El porcentaje que ha tenido su primera relación sexual antes de los 15 se ha más que duplicado entre 2004 y 2012 pasando del 5,2% al 12,3%,según el último informe de sexualidad del Injuve.

“Si una chica no está integralmente depilada, me da asco”, dice un joven
Las adolescentes están acostumbradas a que chicos mayores que ellas las animen a mantener relaciones antes de que les brote el deseo. Patricia es una de ellas. A sus 17 años, esta alumna de un centro privado madrileño perdió la virginidad hace unos meses porque su pareja de entonces le dijo “si no lo hacemos lo vamos a tener que dejar”. “Al final di el paso y ahora que ya no estamos juntos me arrepiento”. A ejemplos como este se refiere Hurtado cuando dice que no le preocupa que los adolescentes tengan relaciones pronto, “si estas son decididas y lo hacen porque les apetece, y no porque hay gente en mi grupo diciendo que lo haga ya”.
Noemí Sánchez es educadora sexual en institutos de Alcalá de Henares (Madrid). “Los chicos ven porno y deducen que su vida sexual va a ser muy parecida”, dice. Ella tiene en cuenta que las nuevas tecnologías, ahora masivas, están plenamente integradas en sus vidas. El 16 de octubre, 35 alumnos de 12 y 13 años del concertado Nuestra Señora de Los Ángeles, en Villaverde (Madrid) escuchan a dos policías del grupo de Participación Ciudadana de la comunidad que les dan una clase de prevención en la que les advierten del peligro de entablar conversación con desconocidos a través de la Red o de compartir imágenes subidas de tono. Un agente les pregunta si utilizan Whatsapp. Levanta la mano toda la clase menos tres chicos. “¿Y sabéis a partir de qué edad es legal disponer de esta aplicación?”, pregunta de nuevo. Los adolescentes se encogen de hombros. “Los 16 años”. Y recibe como respuesta un montón de rostros sorprendidos.
Al este de Madrid, en Coslada, chicas y chicos de entre 17 y 19 años charla en dos bancos enfrentados. Hablan de un vídeo que ha visto todo el alumnado del centro público en el que estudian: “Una chica se grabó tocándose y luego se lo mandó a su novio. Cuando se pelearon, él se lo reenvió a varias personas hasta que lo vio todo el instituto”. La joven se ha cambiado de instituto pero sigue viviendo en el barrio. La consideran “una guarra y una cerda”. “¿Y qué pensáis del chico que difundió las imágenes?”. Silencio sepulcral.

En cifras

El 53,5% de los adolescentes españoles de entre 14 y 17 años ha visto porno en Internet. Entre los 11 y los 12, el 4,1% recibe contenidos sexuales en el móvil.
El porcentaje que ha tenido su primera relación sexual antes de los 15 se duplicó entre 2004 y 2012: pasó del 5,2% al 12,3%.
En 2012 aumentó un 30% el número de procesos judiciales por violencia machista en adolescentes en España: pasó de 473 a 632. En 2013, se redujo la cifra: 327.
El machismo que condena a la mujer atrevida frente al hombre va a más en los adolescentes. “La mujer se ve como un elemento de posesión del hombre y el poder de controlar que nos dan las nuevas tecnologías se usa cada vez más”, dice Madrid. Un estudio del Ministerio de Sanidad sobre la evolución de conductas violentas y patrones sexistas entre menores concluía que el porcentaje de chicas que reconocía haber sufrido insultos subió del 14% al 23% entre 2010 y 2013. Por esas fechas una encuesta de la Comunidad de Madrid desveló que al 5,3% de las adolescentes de entre 14 y 16 años “el chico con el que salían le había impuesto conductas de tipo sexual” que ella rechazaba.
Tres adolescentes —alumnas de un centro público madrileño— confirman que reciben comentarios machistas: “Nos lo sueltan en plan bromita: 'Vete a fregar. Y luego, si ya somos pareja, pueden decirte: 'Eres solo mía'. 'No hables con otros chicos'...”. Varios educadores sexuales se confiesan escandalizados por la aceptación que hay entre los menores hacia los celos. “Sus patrones de pareja son muy chapados a la antigua, el chico se entiende que es superior y muy posesivo”, dice Sánchez. “Ellos intentan controlar como visten y ellas los justifican”. Sánchez culpa en parte a los modelos que reciben desde fuera en canciones, películas y televisión.
Depilarse integralmente el pubis se ha puesto de moda entre las adolescentes (y también entre algunas adultas). “Los directores de nuestros centros de belleza lo confirman”, dice Juan Carlos Lorenzo,de la cadena Aires. “Lo hago por estética” es la respuesta más habitual de las menores. Aunque también dan otras: “Lo hago por si ligo”, dice una chica de 16 años. “Yo por higiene”, dice una joven de 17 que se está haciendo la zona con láser gracias a 650 euros que sus padres le regalaron para el tratamiento. “¿Y duele?”, pregunta una amiga. “Un poco. Quema”. Álvaro, de 18 años, sostiene que la exigencia va en ambos sentidos: “¡Yo cada tres días me afeito mis partes porque ellas también lo demandan!”, dice. “Si me topo con una que no está integralmente depilada, me da asco”. Isabel Serrano, ginecóloga, no está segura de que el porno haya impuesto esta moda; ella ve otro motivo de preocupación: “Yo lo ubico en el modelo estético actual de gustar al otro, lo que incluye gustarle desde los genitales. 'Si le gusto más, no se irá con otras”.

“Ser 'guay' cada vez se vincula más a ser agresivo con ellas”, reza un informe
En 2012, la Comunidad de Madrid encargó un informe sobre la violencia hacia las adolescentes. “Queríamos entender qué estaba pasando en edades tempranas”, dice Marisa Pires, de Acciones de Salud contra la violencia de género. “Todos los jóvenes creen en la igualdad de sexos”, reza el informe; “pero la forma en que se desenvuelven sus afectos no demuestra que la igualdad presida habitualmente sus relaciones mutuas. La violencia de pareja hacia las mujeres se cuela por la afectividad y no por la ideología”.
Es habitual que los adolescentes sufran (y emitan) agresiones verbales imponiendo modelos femeninos y masculinos que han interiorizado desde la infancia. “La agresión de género se está empezando a poner de moda en determinados ambientes”, dice el informe. “Ser 'guay' cada vez está más vinculado a ser agresivo con ellas”. Al autor del estudio, el sociólogo Luis Seoane, le preocupa que los adultos estemos dejando que la educación sexual de los menores evolucione sola y sin control. “Impera una gran hipocresía”, explica Serrano. “Estudiamos la violencia, pero luego no somos consecuentes con nuestros informes. El Gobierno cree, equivocadamente, que impartir educación sexual hará que aumente el sexo entre adolescentes, cuando es al revés: con una buena educación en la materia son más capaces de decir no”